
El adiós de Reijnders, certificado también por las palabras del centrocampista desde la concentración de Holanda (“La Premier League es una liga fantástica, uno sueña con ella desde pequeño”), reportará a las arcas del Milan unos 72 millones de euros, primas incluidas (la mayoría fácilmente alcanzables). En la parte fija hay un pequeño porcentaje (algo menos del 10%) que irá a parar al Az Alkmaar, club al que los rossoneri compraron a Tiji por algo más de 20 millones en el verano de 2023. Dos años después del adiós, también deseado por el jugador, que quería ser entrenado por Pep Guardiola, pero sin embargo bien remunerado: gracias a la importante plusvalía del holandés, el Milan cerrará así el presupuesto con signo positivo por tercer año consecutivo.
Pero lo que interesa a los seguidores del Diavolo es otra cosa: el club tiene la intención de reinvertir toda la suma en el mercado. Empezando, precisamente, por el que será su heredero. En los deseos de Allegri, precisamente Rabiot. Quien actualmente está ligado al Marsella por un contrato hasta el 30 de junio de 2026. Con el club francés, sin embargo, el ex jugador de la Juventus tiene un acuerdo de libertad condicional: en caso de que quiera marcharse, 10,5 millones pueden ser suficientes. Un precio casi simbólico para un jugador del nivel del nacional transalpino, uno de los lastres del equipo que logró el segundo puesto en la Ligue 1 y la clasificación para la próxima Liga de Campeones.
Aquí, la Liga de Campeones, incluso más que el salario (Rabiot gana 3,5 millones por temporada como fijo, pero con primas fáciles que elevan el sueldo a unos 6), es el verdadero obstáculo. A Adrien le gustaría vivir la emoción de jugar al menos un año en el Marsella, el equipo del corazón de su familia, con un entrenador con el que se siente muy cómodo como Roberto De Zerbi. Allegri, sin embargo, es Allegri. “Giovanni Rossi, hoy conmigo en el Marsella, pero también amigo de Max, le llama ‘tu papá'”, confesó recientemente el propio Rabiot a La Gazzetta. La relación va casi más allá del sentimiento canónico entre entrenador y jugador.
Y quién sabe si el nuevo entrenador del Milan no leyó la entrevista de su protegido en el Rosea antes de llamarle en los últimos días para invitarle a unirse a él en el club rossonero. Una charla entre guiños y risas, a sabiendas de la proverbial ironía de Max. Por ahora nos quedamos ahí, pero por debajo Allegri tiene esperanzas y Rabiot se lo piensa seriamente, burlado por la posibilidad de volver a trabajar juntos como en la Juve.
El Milan, y en particular Igli Tare, deben obviamente pensar también en otros nombres, porque el de reforzar el centro del campo no es sólo un deseo, sino ante todo una necesidad. Les gusta, por ejemplo, la pareja de centrocampistas del Lazio, a los que el técnico albanés conoce naturalmente muy bien: Nicolò Rovella, a quien Max tuvo ocasión de ver de cerca en el verano de 2022, antes de ser traspasado cedido al Monza, y Matteo Guendouzi, francés como Rabiot.
Rovella tiene una ventaja: es italiano, un detalle nada desdeñable para un equipo que necesita aumentar el índice tricolor en la plantilla, también (pero no sólo) por cuestiones de lista. Guendouzi, sin embargo, es más un jugador que puede adaptarse rápidamente al fútbol de Allegri, aportando raza, garra y potencia al centro del campo. En el extranjero, también se vigila a Raphael Onyedika, un nigeriano nacido en 2001 en Brujas. Está en el radar del Milan desde sus tiempos de jugador del Midtyjlland danés, pero tiene un inconveniente: es extracomunitario y ocuparía plaza.

EL MILAN PIENSA EN SVILAR POR MAIGNAN
Esta vez no será el Mundial de Clubes el que dicte el calendario y exija otro tributo de mercado. Tras perder a Reijnders en cuestión de días -el torneo se avecinaba y el City necesitaba urgentemente contratar a Tijjani a tiempo-, ahora el nombre de Maignan está en el punto de mira. Otro grande rossonero en la cuerda floja, otra posible salida de peso, y los aficionados están cada vez más nerviosos porque -aparte del entusiasmo por la ya más que probable llegada de Modric- no entienden qué Milan se encontrará en manos de Allegri.
A Maignan también le atraen las sirenas inglesas. En su caso, ese Chelsea con el que el club rossonero ha tenido un tráfico considerable en los últimos años. Sin embargo, hay una diferencia sustancial con el caso Reijnders: para los Blues no hay una necesidad absoluta de ficharlo antes del comienzo del Mundial. En resumen, no hay prisa porque, de todos modos, hay cuatro porteros en la plantilla.
Dicho esto, el interés no deja de ser concreto. El Chelsea le ha echado el ojo a Mike, y menos desde ayer. El problema, para el Milan, es que Mike se lo está pensando muy seriamente. Dicho con sinceridad: ahora mismo su orientación es hacia las despedidas y no hacia la permanencia. En la práctica, sin embargo, los azules aún no han formalizado una oferta oficial en Via Aldo Rossi. Llegará, porque Mike es una petición expresa de Enzo Maresca. Neta de sus respectivas voluntades, sin embargo, no promete ser una negociación sencilla.
De hecho, el Milan no quiere oír hablar de cantidades inferiores a 30 millones, mientras que el Chelsea piensa en 15, máximo 20 millones, aprovechando que el contrato del francés expira el año que viene. En definitiva, la distancia es considerable y también por eso desde Londres no tienen prisa. De la serie: si lo cogemos, será bajo nuestras condiciones. Un concepto que también se aplica a los que venden, por supuesto. Los primeros os concretos entre ambos clubes deberían producirse en breve. Maignan también se apartaría de la filosofía de mercado de los Blues, que ahora se dirigen casi exclusivamente a menores de 23 años.
Mientras tanto, el Milan está haciendo todo lo posible para convencer a Mike de que se quede donde está. En las ideas del club, él y Leao son los grandes nombres para empezar y ahí está Allegri, que está haciendo un esfuerzo especial con el francés. Ya ha hablado con él, y volverá a hacerlo. Pero, sin garantías de éxito, el Diavolo debe tener una solución alternativa. La pista actualmente más convincente conduce a Mile Svilar, cuya reunión con la dirección de la Roma para la renovación no salió como deseaba el club giallorossi.
El portero se reunió con Ghisolfi y Ranieri (en el papel de “facilitador”), pero el humo es gris. La petición es de 4 millones, la Roma ofreció primero 1,6 y luego 2 más bonus. El adiós (el contrato expira en 2027) es por tanto una posibilidad concreta para el portero serbio nacido en Bélgica y llegado gratis a la Roma en 2022 procedente del Benfica.
Svilar tiene una marcada simpatía por Allegri y mientras tanto ha recibido un duro ataque del seleccionador serbio Stojkovic. “En un momento dado dijo que no deberíamos haberle convocado. Se equivocó de camino, es culpa suya. Quizá la novia no esté muy interesada en Serbia”. La alternativa (de bajo coste) a Svilar es Elia Caprile, en los últimos seis meses del Nápoles al Cagliari cedido con un derecho de compra que no será ejercitado por el club sardo.
EL CRUZ AZUL QUIERE FICHAR A LUKA JOVIC
El club mexicano Cruz Azul ha puesto sus ojos en Luka Jović. Según Sky Sport, ha habido numerosos os entre las partes, os que se remontan al mes pasado con una reunión en Milán entre emisarios del club y el entorno del jugador serbio.
La decisión final, sin embargo, corresponderá al Milan, que tiene una opción para prolongar su contrato, que expira el 30 de junio. La elección final será, por tanto, del club rossonero, aunque el futuro del delantero parece estar lejos de Milán.
Recordemos que, en las últimas semanas, el serbio había pedido un contrato de dos años sin opción de compra al Milan, sin exigencias particulares en cuanto a su salario, que actualmente ronda los 1,3 millones de euros netos.